miércoles, 19 de enero de 2011
Abre los ojos y mira el mundo en el que vives. Llora, grita, golpea, ayuda, reza si quieres. Pero no rezes por las víctimas, por suerte ellos ya tienen a alguien preocupándose por ellos. Los que de verdad necesitan ayuda son los gilipollas que les dan la espalda para no perderse un episodio repetido de House.
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